Harina
1 huevo
3 patatas medianas
Perejil
4 dientes ajo
Sal
Aceite
Agua
En homenaje a mi abuela paterna, comparto con vosotros esta receta que como veis tiene ingredientes muy básicos, una sencilla elaboración y que además podéis hacerla con antelación – es un plato que gana mucho en sabor de un día para otro. Y sobre todo, está riquísima!!!
Pelar las patatas y cortarlas en rodajas un poquito más gruesas que para tortilla, se salan y se pasan por harina y huevo batido. Con el aceite bastante caliente se fríen unos segundos hasta que el rebozado quede dorado (no es necesario dejarlas mucho en la sartén porque no se trata de que se hagan completamente por dentro). Retiráis las rodajas y las ponéis a escurrir en papel absorbente. Colocar las patatas en una cacerola (cuanto más ancha mejor para evitar amontonar unas encima de las otras, deben estar lo más esparcidas posibles).
En un mortero hay que hacer un majado de ajo y perejil (para que no salte el ajo en el mortero echar antes una pizca de sal). Reservar la mezcla.
Retiráis parte del aceite que habéis utilizado – eliminando los restos de harina que pueda haber en el aceite – y dejad solamente que cubra la sartén. Cuando esté atemperado, hay que echar entre dos o tres cucharadas de harina y cocinarla sin que se queme (para ello el aceite no puede estar muy caliente). A continuación, ir agregando poco a poco el agua en la sartén sin parar de remover para que no se formen grumos (la cantidad de agua irá en función de las patatas que hayáis cortado ya que debe cubrirlas luego en la cacerola). Si creéis que la salsa ha quedado demasiado líquida podéis diluir otra cucharada más de harina con un poco de agua en otro recipiente e incorporarla siempre sin parar de remover. Añadir la sal, el majado y dejar cocer la salsa de diez a quince minutos hasta que coja todo el sabor del ajo y el perejil. Una vez elaborada la salsa se vuelca sobre la cacerola donde están las patatas y se deja cocer a fuego lento (al chof-chof) hasta que éstas estén blandas, de diez a quince minutos. Cuidado al manipular las rodajas porque cuando estén cocidas son frágiles y se pueden partir con facilidad.
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2 comentarios:
En Madrid se llaman "patatas a la importnacia"
Mi abuela las hace riquisimas también.
un beso.
Pardo
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